Estoy convencida de que no existen verdades absolutas ni caminos correctos. Existen verdades y caminos comunes, que lejos están de ser absolutos. Es más, la historia ha demostrado que muchos líderes son líderes por las carencias y falencias de sus seguidores más que por sus propias virtudes, entonces, que muchas personas sigan a una persona o una tendencia puede llegar a hablar más de los seguidores que del propio líder o de quién crea la tendencia. Y no es que seguir líderes o tendencias sea malo, ni mucho menos, lo que está mal es seguirlos sin cuestionarlos y sin un por qué.
Cuando no cuestionamos la realidad no somos capaces de cambiarla. Y en una sociedad autoritaria el cuestionamiento está tendiendo a desaparecer, ¿será culpa de los líderes o de sus seguidores (o miembros de equipo)?
El cuestionamiento es una acción necesaria de la existencia, pero, para no entrar en existencialismos, digamos que el cuestionamiento es una acción necesaria para la toma de decisiones empresariales innovadoras y creativas: amplía la visión y el campo de conocimiento, y abre la puerta a diferentes alternativas y más posibilidades de acción.
La creatividad se convierte en creatividad empresarial cuando se utiliza para conseguir resultados innovadores: que sean novedosos y útiles, que le aporten un beneficio a la empresa e, idealmente, a la sociedad: un producto, un servicio, un proceso, un modelo de negocio, etc, que se introducen en el mercado y se comunican a los consumidores a través de una marca. Creatividad Aterrizada
Cada empresa es diferente y, aunque todas buscan un objetivo común: ingresos y posicionamiento, cada una lo hace, y debe hacerlo, de manera diferente. Ahí está la gracia de la competencia. Pero en un mundo donde el cuestionamiento está subvalorado y muchas veces mal relacionado con el irrespeto repetir lo que muchos están haciendo solamente porque es lo “común” y funciona (o porque el líder lo dice o lo hace), se ha convertido en la regla de la mayoría – un espacio cómodo, tal vez - ¿Está mal? No necesariamente, pero si todos hacemos lo mismo ¿cómo podemos avanzar? Es difícil. Cuando no cuestionamos la realidad, y no tenemos el criterio suficiente para tomar decisiones autónomas, no somos capaces de cambiarla. De ahí que una de las teorías de la innovación propone la destrucción creativa: destruir lo que existe para darle paso a lo nuevo. Y para que haya destrucción, para que surja algo nuevo, hay que conocer lo que hay – y esto implica ir más allá de nuestra limitada visión- y cuestionar lo que “existe”.
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La destrucción creativa propone que es necesario destruir constantemente lo que existe para darle paso a lo nuevo. Las empresas que no logran entrar en esta dinámica tienden a desaparecer. En conclusión: sin cuestionamiento es imposible sobrevivir en el mercado:
Si una empresa (entiéndase sus líderes) no conoce lo que hay, no puede cuestionarlo. Si no cuestionan lo que hay, no pueden transformarlo. Si no se trasforma, la empresa no puede competir. Si no compite desaparece
Así, el cuestionamiento es necesario para que una empresa puede subsistir en el mercado - para que la creatividad sea efectiva en el mundo empresarial-: es una herramienta necesaria para la resolución de problemas y la construcción de algo nuevo. Pero, a su vez, al cuestionar nos enfrentamos al reto de decidir, de escoger entre todas las posibilidades que se derivan del ejercicio de cuestionar la mejor opción para el objetivo que se persigue. Es decir, el cuestionamiento requiere de pensamiento crítico: un pensamiento independinete y con fundamento, alejado de las tendencias sin justificante, a través del cuál se pueda valorar la información que se consigue a través del cuestionamiento y la investigación de manera que se puedan tomar las decisiones lo más acertadas posibles.
Tomar decisiones o realizar acciones sin un por qué real y alineado con el propósito que se persigue es lo que lleva muchas veces a las empresa a tener procesos ineficientes; no todas las acciones empresariales le funcionan a todas las empresas. De ahí que el pensamiento crítico es uno de los pilares de la Creatividad Aterrizada®: es lo que permite que las decisiones empresariales resulten eficientes.
Como no existen verdades absolutas ni caminos correctos, para que las decisiones empresariales sean efectivas debe conocerse la mayor cantidad de información que esté relacionada con la decisión que se quiere tomar (a esto se llega a través del cuestionamiento y la investigación) y utilizar el criterio para saber, dentro del infinito de posibilidades, cuál es la mejor opción para el propósito que se persigue. Como todas las empresas deben perseguir propósitos diferentes, caer en lugares comunes puede afectar la efectividad de las acciones y decisiones que se toman.
Existe magia cuando dos posiciones se enfrentan o se contradicen porque abren espacio a millones de posibilidades
Por todo lo anterior nació LoAterrizamos, un espacio de conversación con expertos de diferentes áreas para aterrizar los temas empresariales que son tendencia: cuestionar la realidad del mercado y poner sobre la mesa diferentes visiones de un mismo tema.